Según las estadísticas actualizadas, la recesión invernal en la eurozona se debió a que los consumidores se vieron afectados por la subida de los precios.
Después de contraerse también en los tres últimos meses de 2022, la economía del bloque de 20 países se contrajo 0 puntos porcentuales entre enero y marzo.
En general, se considera que hay recesión cuando la economía se contrae durante dos trimestres consecutivos de tres meses.
La eurozona se ha visto afectada, al igual que otras zonas, por la subida de los precios de los alimentos y la energía, que ha lastrado a los hogares.
En los tres primeros meses de 2023 y en el trimestre anterior, el gasto de los hogares del bloque disminuyó un -0,3% y un 1%, respectivamente.
Las primeras previsiones de crecimiento indicaban que la eurozona evitaba una recesión y crecía 0 puntos porcentuales en los tres primeros meses del año. Sin embargo, datos más recientes de Eurostat mostraron que se había contraído en el primer trimestre.
Las revisiones de los datos de Alemania, la mayor economía de Europa, contribuyeron a que el continente entrara en recesión.
Alemania declaró la recesión a principios de año, el mes pasado, después de que su economía se contrajera un 0,3% entre enero y marzo.
Dado que los tipos de interés siguen subiendo y "las presiones inflacionistas siguen presentes", el economista de Oxford Economics Riccardo Fabiani predijo sólo un "crecimiento suave" en la eurozona en los próximos meses.