Como parte de los planes para reducir el riesgo de apagones, este invierno volverán las ofertas de descuento para que los hogares consuman menos electricidad durante las horas punta.
National Grid ESO afirmó que preveía tener capacidad suficiente para satisfacer la demanda, pero añadió que mantener el programa de ahorro energético sería "prudente".
El operador de la red alegó que el conflicto en Ucrania planteaba "riesgos e incertidumbres" para el suministro de gas a Europa y Reino Unido.
La red energética británica experimentaría probablemente "días ajustados" en enero, según el informe.
"Habrá olas de frío en invierno, por lo que esperamos utilizar nuestras herramientas operativas normales", dijo un portavoz de National Grid ESO.
Después de que la invasión rusa de Ucrania interrumpiera el suministro de gas a Europa, en noviembre del año pasado se introdujo el llamado Servicio de Flexibilidad de la Demanda.
El margen medio, o la diferencia entre la oferta y la demanda de electricidad, fue pronosticado por National Grid en 4,8 gigavatios en un informe de cara a los meses más fríos. Según el informe, se trata de una cifra "generalmente en línea con la de los últimos inviernos" y "ligeramente superior a la del invierno pasado".
Aunque su escenario de "caso base" presupone unas condiciones regulares del mercado energético sin interrupciones en el suministro.
En el Reino Unido, National Grid declaró que está tomando medidas para "minimizar el impacto potencial para los clientes de electricidad" si el suministro volviera a interrumpirse.
Además de continuar con su programa de ahorro de energía para que los hogares reciban descuentos en la factura, afirmó que estaba en conversaciones para mantener dos centrales de carbón en reserva.
Más del 40% de la electricidad del Reino Unido se produce en centrales de gas, que dependen en gran medida de este combustible.
El Reino Unido también importa electricidad de Europa continental.
Debido a la escasez, los precios del gas se dispararon, lo que elevó los costes energéticos de los hogares.
A finales del año pasado, el gobierno intervino para fijar un tope de 2.500 libras anuales en la factura de los hogares típicos. Pero aunque los precios del gas bajen, los costes de la energía siguen subiendo.
Un hogar típico empezará a pagar 2.074 libras al año por el gas y la electricidad en julio, un aumento significativo desde el invierno de 2021, cuando los costes eran de aproximadamente 1.277 libras.
Sólo los hogares con contadores inteligentes podían participar en el Servicio de Flexibilidad de la Demanda, que daba a la gente la oportunidad de cobrar por usar menos electricidad durante los momentos de máxima demanda, cuando la capacidad de la red era limitada.
Sólo 14 millones de hogares en Inglaterra, Escocia y Gales, los tres países donde el programa estaba disponible, tienen instalados contadores de electricidad inteligentes.
Según National Grid, el programa fue utilizado por 1,6 millones de hogares y empresas clientes de 31 proveedores de energía durante 22 "eventos" el pasado invierno.
Durante una hora, se pedía a la gente que se abstuviera de utilizar aparatos de gran potencia o de realizar tareas de alto consumo, como cocinar.
Aunque se afirmaba que la energía ahorrada podría abastecer a casi 10 millones de hogares, aún no se ha determinado el ingreso medio de cada hogar.
Estaba en manos de cada proveedor determinar cuánto recibían los clientes y si se podía retirar en efectivo, aplicar a las facturas o abonar en las cuentas.
Los consumidores del sur, el este y las medianías orientales de Inglaterra, según National Grid, fueron los que más redujeron su demanda.
Antes del invierno, el operador está consultando a los proveedores de energía para mejorar el servicio.
