En Wolverhampton, se descubrió que a menores de edad se les vendía Botox y otros rellenos de forma ilegal.
Trading Standards descubrió que ocho de los dieciséis negocios con los que contactó durante su operación declararon que no exigían identificación para una consulta.
Incluso con el consentimiento de los padres, inyectar Botox u otro relleno cosmético a una persona menor de 18 años es ilegal.
El Ayuntamiento de Wolverhampton informó de que se habían realizado advertencias por escrito.
Se habían enviado cartas de advertencia en las que se explicaba la ley y se advertía contra posibles compras de prueba a empresas identificadas como posibles proveedoras de Botox o rellenos.
Una voluntaria de 15 años supervisada realizó llamadas de prueba tras recibir las cartas, y tres de las ocho empresas dijeron que programarían una cita de consulta a pesar de ser conscientes de que la persona que llamaba era menor de 18 años.
Otras ocho estipulaban que la persona que llamaba debía ser mayor de 18 años y les exigían que llevaran un documento de identidad a la consulta.
Los responsables de las normas de comercio han "descubierto algunos resultados escandalosos", según el consejo.
Las empresas "deben ajustar sus prácticas a los requisitos legales o enfrentarse a un proceso judicial, que puede acarrearles una multa importante", advirtió.