Una mujer ecuatoriana falleció pocos días después de su funeral cuando los dolientes la descubrieron aún con vida en su ataúd.
En un hospital de la ciudad de Babahoyo la semana pasada, Bella Montoya, de 76 años, fue declarada inicialmente muerta por un médico.
Fue llevada de nuevo al mismo hospital para ser tratada, pero cuando los dolientes en su velatorio la oyeron golpear su ataúd, dejaron inmediatamente lo que estaban haciendo.
El Ministerio de Salud de Ecuador confirmó el viernes su muerte por un derrame cerebral isquémico, tras pasar siete días en cuidados intensivos.
Estuvo bajo "vigilancia permanente" mientras estuvo en el hospital, según el comunicado del ministerio.
Según medios locales, la señora Montoya fue llevada de nuevo a la misma funeraria tras fallecer el 16 de junio antes de ser enterrada en un cementerio común.
El Ministerio de Salud ecuatoriano ha reunido a una comisión de especialistas para examinar su situación.
Cuando la Sra. Montoya fue declarada muerta el 9 de junio, le dieron un ataúd y la llevaron a la funeraria de Babahoyo, al suroeste de la capital, Quito.
Pero después de casi cinco horas en el ataúd, la mujer jadeó cuando su familia lo abrió para poder vestirla para el funeral.
Poco después fue trasladada de nuevo al mismo hospital en camilla por personal de bomberos.
Después de ser declarada oficialmente muerta, Bella Montoya no es la única persona que "ha revivido".
En febrero, en una funeraria de Nueva York, se descubrió que una mujer de 82 años respiraba. Tres horas antes, en una residencia de ancianos, había sido declarada muerta.