Una mujer que pereció en el incendio de un barco de buceo en el mar Rojo egipcio junto a otros dos británicos sería "echada de menos más allá de las palabras", según su familia.
En un comunicado se afirma que Christina Quinn, de 58 años y directora ejecutiva del Hospicio St Luke's de Plymouth, era "una roca para muchos".
Según las primeras informaciones, el incendio comenzó el domingo a las 6:30 a.m.
El barco, que zarpó de Port Ghalib el 6 de junio, tenía previsto llegar a tierra el domingo. Quinn fue descrita como "una hermana, hija, esposa, tía, amiga y una roca para muchos" en un comunicado de su familia.
Después de trabajar como directora de la Academia de Liderazgo del NHS South West, comenzó un nuevo trabajo como directora general en St. Luke's Hospice en Plymouth el mes pasado.
Tres pasajeros, incluida la Sra. Quinn, no asistieron el domingo a primera hora de la mañana a la sesión informativa a la que habían asistido los 12 británicos a bordo porque "aparentemente decidieron no bucear", según el operador turístico Scuba Travel.
La compañía dijo en un comunicado que debido a la "gravedad del incendio", los 12 buceadores presentes en la sesión informativa tuvieron que ser trasladados inmediatamente a otro barco cercano.
Los 14 miembros de la tripulación, incluidos el capitán y dos maestros de buceo, les siguieron tras los infructuosos intentos de localizar a los huéspedes desaparecidos, dijo.
La identidad de las otras dos víctimas británicas sigue siendo un secreto.