Pakistán, una nación en crisis, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han llegado a un acuerdo de financiación de 3.000 millones de dólares (2.400 millones de libras).
Después de un retraso de ocho meses, por fin se ha alcanzado el acuerdo, aunque el directorio del prestamista mundial aún debe aprobarlo.
El país del sur de Asia está soportando su peor recesión económica desde que se independizó de Gran Bretaña en 1947.
El principal tipo de interés del banco central de Pakistán subió el lunes a un máximo histórico del 22% para ayudar a sellar el acuerdo.
Una crisis energética internacional y la devastación causada por las inundaciones del año pasado han llevado a la economía de Pakistán, que ya tenía problemas debido a años de mala gestión financiera, al borde del colapso.
Las devastadoras inundaciones de 2022, que afectaron a la vida de millones de pakistaníes, y un repunte de los precios mundiales de las materias primas tras la guerra de Rusia en Ucrania fueron sólo dos ejemplos de las numerosas perturbaciones externas a las que tuvo que hacer frente la economía, según Nathan Porter, jefe de la misión del FMI en Pakistán.
"Como resultado de estas perturbaciones y de algunas decisiones políticas ineficaces. El crecimiento de la economía se ha detenido, continuó.
En mayo, la tasa de inflación anual de Pakistán superó su máximo anterior en casi un 38%.
El importe de la financiación de 3.000 millones de dólares, que se distribuirá en nueve meses, es superior a lo previsto.
El país estaba esperando el desembolso de los últimos 2.150 millones de dólares de un paquete de rescate de 6.550 millones acordado en 2019 pero que expiró el viernes.