Los Países Bajos han anunciado nuevas normas de exportación para cierta maquinaria utilizada en la fabricación de semiconductores.
Se trata de una respuesta a las presiones de Estados Unidos para reducir la venta de tecnología de chips informáticos a China.
A pesar de ello, el gobierno holandés no lo citó como justificación de su medida, sino que declaró que lo hacía por razones de seguridad nacional.
En respuesta, el gobierno chino declaró que la decisión "no beneficiaba a ninguna de las partes" y que repercutiría en la producción de chips y en las cadenas de suministro.
China se opone al "abuso de los controles a la exportación" por parte de EEUU, según Mao Ning, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, así como a su "uso de diversos pretextos para ganarse y coaccionar a otros países para que impongan un bloqueo tecnológico contra China."
Está en marcha una carrera armamentística entre EE.UU. y China por controlar el suministro de semiconductores, en particular chips informáticos específicos utilizados en supercomputación e inteligencia artificial.
Se cree que quien controle las cadenas de suministro, o la red de empresas y naciones que fabrican los chips, tiene la llave para convertirse en una superpotencia sin rival. Estos chips han generado una industria de 500.000 millones de dólares (395.000 millones de libras) que se espera se duplique para 2030.
En un esfuerzo por impedir que su tecnología se utilice para reforzar el ejército de Pekín, Estados Unidos impuso en octubre del año pasado amplias restricciones a la exportación de envíos de herramientas estadounidenses para la fabricación de chips a China.
Pero otros proveedores importantes, como Holanda, deben unirse para que las restricciones estadounidenses sean efectivas.
Según el gobierno holandés, a partir del 1 de septiembre será necesaria una autorización de exportación para "determinados equipos avanzados de fabricación de semiconductores".
La decisión afectará especialmente a ASML, la mayor empresa del país y el mayor y más avanzado tecnológicamente fabricante de chips del mundo.
En un comunicado, ASML prometió "seguir cumpliendo las leyes de exportación aplicables, incluidas las holandesas, las de la UE y las de EE.UU.".
Continuó diciendo que no preveía que las medidas tuvieran un "impacto material" en su situación financiera.
La ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo, Liesje Schreinemacher, declaró que ciertos chips "pueden contribuir de forma clave a determinadas aplicaciones militares avanzadas" debido a la forma en que pueden utilizarse.
Por lo tanto, "la exportación incontrolada de bienes y tecnologías plantea potencialmente riesgos para la seguridad nacional", continuó. Los Países Bajos ocupan una posición especial y de liderazgo en este campo, por lo que este país tiene una responsabilidad añadida. Este paso adicional es neutral para las naciones, al igual que la política de control de las exportaciones en general.
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