En la Cisjordania ocupada, el gobierno israelí ha avanzado planes para unas 5.700 nuevas viviendas.
A pesar de las presiones de Estados Unidos para detener el crecimiento de los asentamientos, que considera un obstáculo para la paz con los palestinos, el anuncio se ha realizado.
Un portavoz estadounidense calificó el hecho de "profundamente preocupante" para Washington.
La semana pasada, palestinos mataron a tiros a cuatro colonos israelíes, desatando días de violencia entre los colonos.
Desde que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue reelegido el año pasado, la violencia entre palestinos e israelíes ha aumentado.
Su alianza nacionalista-religiosa ha prometido aumentar su influencia en los territorios palestinos.
Cisjordania ha visto el avance de más de 13.000 viviendas de asentamientos en los últimos seis meses, según la organización israelí contra los asentamientos Paz Ahora. La organización afirmó en un comunicado que "el gobierno israelí nos está empujando hacia la anexión total de Cisjordania a un ritmo sin precedentes".
Aunque Israel no está de acuerdo, la mayoría de las naciones consideran que los asentamientos son contrarios al derecho internacional porque se construyeron en territorio que fue tomado por Israel durante la Guerra de Oriente Próximo en 1967.
Un portavoz de seguridad nacional de EE.UU. criticó el crecimiento de los asentamientos, afirmando que "socava la viabilidad geográfica de una solución de dos Estados, exacerba las tensiones y perjudica aún más la confianza entre las dos partes".
Tras el tiroteo mortal de la semana pasada contra colonos a manos de pistoleros palestinos en el asentamiento de Eli, el gobierno anunció nuevos planes que incluyen 1.000 viviendas adicionales allí.
Los pistoleros, según el grupo militante palestino Hamás, eran sus miembros.
Después de ese asalto, los colonos se lanzaron al asalto de aldeas palestinas; incendiaron casas y mataron a un palestino.
Durante el fin de semana, los líderes de las fuerzas armadas israelíes, la policía y el servicio de seguridad Shin Bet emitieron una inusual declaración conjunta denunciando el vigilantismo.
Los miembros de extrema derecha de la coalición gobernante de Israel reaccionaron airadamente a su acción.