La fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU debe abandonar Malí "sin demora", según el ministro de Asuntos Exteriores de esa nación.
Según Abdoulaye Diop, la fuerza Minusma "se ha convertido en parte del problema al fomentar las tensiones intercomunitarias". Hablaba ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Más de 13.000 soldados están presentes en Minusma. Su misión de diez años no ha logrado detener la propagación de la violencia yihadista.
Los mercenarios de Wagner, procedentes de Rusia, ayudan actualmente a los líderes militares de Malí.
Wagner ha sido acusado por funcionarios occidentales de violar los derechos humanos en Ucrania y en algunos países africanos. El mes pasado, Estados Unidos anunció sanciones contra Ivan Maslov, a quien describió como el máximo responsable de Wagner en Malí.
Wagner no ha respondido a las acusaciones vertidas por Occidente, y sus operaciones en Malí y otras partes de África siguen envueltas en el secreto.
Tras las anteriores protestas malienses contra la prolongada presencia de Francia en Malí, las críticas del ministro Diop se dirigieron a la Minusma. La alianza con la antigua potencia colonial, Francia, se rompió el año pasado.
Según el Sr. Diop, existe una "crisis de confianza entre las autoridades malienses y la Minusma", y "el gobierno maliense pide que la Minusma se retire inmediatamente".
El mandato de la misión expira el 29 de junio y el jefe de la ONU, Antonio Guterres, ha sugerido que la Minusma se reorganice para concentrarse en un número reducido de prioridades.
Según la ONU, Egipto, Bangladesh y Chad cuentan actualmente con los mayores contingentes militares de la fuerza.
El-Ghassim Wane, enviado especial de la ONU a Mali, respondió: "Nos guiaremos por cualquier decisión que tome el Consejo [de Seguridad]", en respuesta a una pregunta sobre las declaraciones del Sr. Diop del viernes.
Pero continuó diciendo que operar en un país concreto sería extremadamente difícil, si no imposible, sin el permiso de la nación anfitriona.
Según un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, durante una operación en el pueblo de Moura, en el centro de Malí, en marzo del año pasado, las fuerzas armadas malienses y "personal de seguridad extranjero" fueron responsables de la muerte de más de 500 personas. Ese informe fue denunciado por los gobiernos de Malí y Rusia.