El descubrimiento de investigaciones sobre la drogadicción de preescolares en Taiwán ha causado una alarma generalizada en la isla.
Los profesores de una guardería de la ciudad de Nuevo Taipéi han sido acusados de sedar a los alumnos utilizando jarabes para la tos con benzodiacepinas y fenobarbital.
Según la policía, no está claro por qué los niños recibieron los jarabes adictivos después de semanas de investigación.
El escándalo, sin embargo, ha provocado protestas familiares frente a edificios gubernamentales.
En una manifestación el domingo en la ciudad de Nuevo Taipei, cientos de personas exigieron más apertura de la investigación policial y muchos criticaron al gobierno por ocultar información al público.
En el extremo opuesto de la isla, en Kaohsiung, el lunes salió a la luz otro caso relacionado con una práctica médica.
El departamento de salud local declaró culpables a cuatro médicos de mala conducta y de utilizar fenobarbital de forma inadecuada en unos 20 niños. Fueron multados con 1,4 millones de dólares taiwaneses (35.989 libras, 46.121 dólares) y se les ordenó dejar de ejercer durante seis meses.
En respuesta a la creciente ansiedad pública, el Hospital de la Ciudad de Taipei también ha comenzado a proporcionar a los niños en edad preescolar análisis de sangre gratuitos para detectar rastros de sedantes.
Estas medidas se adoptaron después de que el escándalo apareciera por primera vez en mayo, cuando los padres de un centro preescolar privado de la ciudad de Nuevo Taipei acusaron al personal de suministrar a sus hijos "drogas desconocidas" al darles de comer.
Durante las prolongadas vacaciones del Año Nuevo Lunar en febrero, Mike, padre de un niño de cinco años, declaró a la BBC china que los padres habían observado lo que parecían ser síntomas de abstinencia en sus hijos.
Algunos padres descubrieron que sus hijos se habían vuelto agitados, inquietos y gritaban mientras dormían, e incluso lloraban con calambres en las piernas, dijo.
Los padres descubrieron después de hablar con los niños que sus profesores les habían dado una "poción desconocida". La policía recibió quejas en abril y mayo.
Las autoridades locales llevaron a cabo una investigación tras recibir más quejas de padres en junio y descubrieron que al menos ocho niños tenían trazas de fenobarbital y benzodiacepinas, una clase de drogas psicoactivas, en sus cuerpos.
El 12 de junio se emitió una orden de cierre para la franquicia del instituto educativo Kid Castle objeto de la polémica. Se impuso una multa de 150.000 dólares taiwaneses (3.800$/4.872$) a sus directores.
Después de ser detenidos e interrogados por la policía, el director y cinco profesores fueron puestos en libertad bajo fianza. Se están investigando actividades delictivas.
Cuando el personal alegó que los padres habían dado su aprobación a una lista de medicamentos facilitada por la escuela, los medios locales informaron de que algunos padres se opusieron y cuestionaron los medicamentos que utilizaba la escuela.
Algunos medicamentos para la tos y gastrointestinales contienen fenobarbital, según un farmacéutico taiwanés que habló con los medios locales.
Los medicamentos que contienen fenobarbital son escasos y se utilizan normalmente para tratar la epilepsia o proporcionar anestesia durante la cirugía.
La mayoría de las veces, las benzodiacepinas, una clase de medicamentos depresores, se utilizan para tratar la ansiedad muy severa.
Estos fármacos son muy adictivos y una sobredosis puede provocar somnolencia y dificultad para respirar.
