El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha dicho al presidente ruso, Vladímir Putin, que el conflicto en Ucrania debe terminar.
En San Petersburgo el sábado como parte de una misión de paz con otras seis naciones africanas, Mr. Ramaphosa se reunió con Putin e hizo los comentarios.
El viernes, el presidente ucraniano, Volodymr Zelensky, informó al grupo de que no entablaría negociaciones con Rusia mientras ocupara territorio ucraniano.
Al lanzar la invasión el año pasado, Putin citó el rechazo de Ucrania a las negociaciones.
En la reunión de San Petersburgo, el Sr. Ramaphosa también exigió el regreso de todos los prisioneros de guerra y dijo que cualquier niño retirado por Rusia debería ser devuelto a sus familias.
Aconsejó al Sr. Putin que utilizara la diplomacia para poner fin al conflicto tras advertir de sus efectos en África.
"La guerra no puede continuar indefinidamente. En algún momento, toda guerra debe resolverse y ponerse fin, según él. Y estamos aquí para transmitir el mensaje muy claro de que queremos que esta guerra termine. "
La guerra ha restringido gravemente la exportación de fertilizantes desde Rusia y de grano desde Ucrania, lo que ha afectado principalmente a los países africanos y ha exacerbado la inseguridad alimentaria mundial.
Sin embargo, Putin atribuyó la crisis del grano a Occidente y no al conflicto en Ucrania, afirmando que sólo el 3% de las exportaciones de grano permitidas en virtud de un acuerdo patrocinado por la ONU para garantizar su paso seguro a través del Mar Negro habían ido a parar a las naciones más pobres del mundo.
También elogió a África por adoptar una postura equilibrada en el conflicto.
La reunión con los líderes ucranianos tuvo lugar antes de que la delegación de Sudáfrica, Egipto, Senegal, Congo-Brazzaville, Comoras, Zambia y Uganda llegara a Rusia.
La guerra en Europa está afectando a entre 1.000 y 3.000 millones de personas en África, advirtió Ramaphosa durante una visita a Kiev el viernes.
Tras el aterrizaje de los líderes, sonaron sirenas antiaéreas en todo Kiev, la capital de Ucrania, lo que según el ministro de Exteriores del país, Dmytro Kuleba, demostró que Vladímir Putin deseaba "más guerra".
El Sr. Zelensky informó a la delegación de que la liberación de los presos políticos rusos sería "un resultado importante de su misión" durante la reunión.