Dos empresas exportadoras brasileñas se encontraron en posesión de un récord de 28,7 toneladas de aletas de tiburón que habían sido capturadas ilegalmente.
Ibama, la agencia de protección medioambiental de Brasil, calculó que una captura de ese tamaño requería la muerte de unas 11.000 tintoreras y marrajos.
Las aletas iban destinadas a Asia, donde la sopa de aleta de tiburón es un plato muy popular.
Se desconocen los nombres de las dos empresas.
Casi todas las aletas de tiburón, o 27,6 toneladas de un total de 28,7 toneladas, fueron incautadas en una empresa brasileña.En el aeropuerto internacional de So Paulo, el Ibama se incautó de las últimas 1,1 toneladas.
La organización afirmó que podría haber sido la mayor incautación de aletas de tiburón de pesca ilegal jamás realizada.
La pesca de tiburón está prohibida en Brasil. Ibama afirmó que las empresas utilizaban licencias para pescar otras especies antes de dedicarse ilegalmente a la pesca de tiburones.
Además, la agencia afirmó que durante sus expediciones de pesca de tiburones, las empresas mataron a miles de aves marinas.
Las dos empresas han sido multadas.
Ibama alertó de que la población de tiburones ha disminuido debido a la pesca ilegal. Hace apenas tres semanas, el tiburón de aleta corta fue incluido en la lista de especies en peligro de extinción de Brasil.
